La Bruixa d’Or comença a mostrar-se en un segon test davant el CAI Saragossa (84-92)

Los hombres de Pedro Martínez acaban perdiendo ante el CAI Zaragoza por 8 puntos de diferencia con mucho por mejorar, pero con signos de potencial.

La Bruixa d’Or Manresa disputó en Tàrrega ante casi 600 espectadores el segundo test de pretemporada ante el CAI Zaragoza. El equipo del Bages ganó dos parciales (el primero y el tercero), y pudo disputar el partido a pesar de las importantes bajas de Poeta, Hernández, ya la espera de que llegue Zach Morley.

Al inicio el partido estuvo muy trabado, con muchas faltas personales que provocaron que los primeros 6 puntos de los manresanos fueran desde la línea de tiros libres. Haritopoulos estrenaba La Bruixa d’Or Manresa con su cesta, y minutos después se retiraba Carlos Bivià, excelente en la dirección, con un golpe en el ojo. El valenciano estuvo muy bien soplert por Nil Angelats. Ogilvy y Samuel debutaban con el equipo catalán en el primer cuarto, que acabó cayendo del lado manresano gracias a un triple de Mike Hall en los últimos segundos.

En el segundo cuarto emergían Grigonis y Marc Garcia (este último provocó 8 faltas personales), pero el equipo perdía el parcial. Bivià resistía con un triple, y AJ Ogilvy robaba y contraatacaba para poner el 43-37 a 25 segundos de descanso.

El tercer periodo comenzaba con un triple de Marius Grigonis, y otro cosecutiu de Dewar que recortaba distancias. Fue un buen momento para Samuels, que recibía falta y combinaba bien con el lituano para ponerse a 9 puntos. García puso el 66-61 desde los tiros libres, y Angelats se destapaba con un triple. Mike Hall terminó de dar emoción al partido desde la línea de personales, y dos triples de Bivià ponían al Manresa a tan sólo 4 puntos. De todos modos, el exmanresano Marcus Landry impuso su ley para que los aragoneses se llevaron el partido.

Buenas valoraciones después de este segundo partido de pretemporada en Tàrrega. Aunque, como reconocía el técnico Pedro Martínez “hay que mejorar mucho”, el equipo va cogiendo forma y ya se empiezan a vislumbrar luces en La Bruixa d’Or Manresa.